Teatros de ópera del mundo | Centro Nacional de Artes Escénicas de Pekín

NCPA (Facebook/国家大剧院National Centre for the Performing Arts)

El Centro Nacional para las Artes Escénicas (NCPA) de Pekín (República Popular China), conocido popularmente como 'El huevo gigante', se inauguró con un concierto en diciembre de 2007, seis años después del inicio de su construcción, en diciembre de 2001. Fue diseñado por el arquitecto francés Paul Andreu y en su interior alberga un teatro de ópera. El edificio es una cúpula de forma elíptica de titanio y vidrio rodeada por un lago artificial con una superficie total de 149.500 metros cuadrados y tres salas con capacidad para 5.452 personas.

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La cúpula mide 212 metros por 144 y 46 metros de altura. Durante el día da luz al interior y durante la noche revela el contenido. El acceso al edificio se realiza a través de un pasadizo bajo el lago. El Centro acoge tres salas: un teatro de ópera con 2.416 plazas destinada a representaciones de ópera y ballet, una sala para conciertos con 2.017 plazas y otra para obras de teatro y ópera china con 1.040, además de espacios de creación y de exposición para el público. Desde 2016 la NCPA distribuye actuaciones filmadas y grabadas de sus conciertos, obras de teatro y ópera a través de la etiqueta NCPA Classics.

El teatro se ubica al oeste de la Plaza de Tiananmen y el Gran Salón del Pueblo, y cerca de la Ciudad Prohibida lo que creó inicialmente una gran controversia por el contraste entre su arquitectura futurista y la arquitectura tradicional de la ciudad antigua. El coste inicial previsto del teatro era de 2.688 millones de yuanes, que al finalizar la obra había ascendido hasta 3.200 millones a causa, principalmente, de un retraso para la reevaluación del proyecto y los cambios subsecuentes que se realizaron preventivamente tras el derrumbe de un edificio del aeropuerto de París.

Los elevados costes de mantenimiento del edificio obligaron al Gobierno chino a hacerse cargo del 80% del total en los primeros tres años de funcionamiento del centro. Desde entonces, el 60% de esos gastos se divide entre el Gobierno central y el municipal de Pekín. El 70% de las entradas se vende a bajo precio a los ciudadanos chinos, y un 10% a precios relativamente caros para sectores especiales.